19 de septiembre de 2017

Reflexión de Leo

El CRECE es una experiencia enriquecedora. Antes de participar en ésta, la treceava edición, desconocía totalmente la aventura en la cual nos estábamos embarcando. Sabía que habría un director, un productor, un teatro importante y otros artistas. Pero desconocía completamente a todos estos sujetos en cuestión. Una de mis expectativas era, por supuesto, que fuese una experiencia útil para nuestra vida profesional y debo confesar que ha cumplido al 100% con ésta. 


Pero al mismo tiempo debo destacar y agradecer el caracter humano y la acogida de todo el equipo de la Escuela de Circo Carampa. Ha sido un inmenso placer contribuir a la existencia de un proyecto como es el CRECE. Llegar a Madrid, conocer la Escuela de Circo Carampa, todo un equipo de personas, artistas, dirección, co-dirección, técnicos, productores; tomar una dirección común de exploración, investigar una semana en Carampa, prepararse para el montaje y las representaciones en Ávila, montar un espectaculo en Ávila, compartirlo con el público, recibir aplausos, readaptar el espectaculo al circo Price, habitar el circo Price, presentarlo en el Circo Price ante 700 personas en el estreno, apropiarse y defender la creación otros 3 días en el Price…

¡Y todo esto en solo 3 semanas! Es muy intenso, increíble y bello a la vez, dándonos la oportunidad de demostrar nuestras capacidades y profesionalidad como grandes artistas en un circo de verdad.